22 de junio de 2010

Ser cómo él otra vez.

Aquí tenemos un niño feliz, alegre de su vida, sin problemas. Está cansado y agotado de jugar, de saltar, e incluso de reír, pero no pierde esa sonrisa infantil, que por ser de niño no tiene porque ser menos bonita, yo diría que al contrario, es una de las más bellas y verdaderas.

Hoy me he acordado de cuando yo tenía su edad,3 años, y salíamos al patio a jugar haciendo calor o frío, a correr y a caernos, con la sonrisa más grande que podíamos tener.
Hoy jugando he descubierto de verdad lo que es olvidar, aunque haya sido por unos minutos los horrores de la adolescencia, y he aprendido a saltar y a correr sin vergüenza.
Hoy me he dado cuenta de la sabiduría de los pequeños, que con un papel y un lápiz pasan una hora, o que con una bolsa y la gravedad se divierten más que con todos los juguetes del mundo.
Hoy he sentido su cara en la mía, me han entrado ganas de abrazarle, de advertirle sobre el mundo,pero es muy pequeño, ahora lo mejor que puedo hacer por él, es pararme a jugar, sentir su beso lleno de amistad y devolverle yo otro con mucho cariño.
Hoy, me he vuelto a sentir feliz como una niña, cómo él, y no me arrepiento para nada. Y si no te lo crees, tenías que habernos visto, la una de la tarde del 22 de junio, en el colegio, en el patio, esperando a su madre, Diego y yo, con su bolsa lanzándola al infinito y verla caer, y también, ver nuestra sonrisa crecer.

3 comentarios:

  1. Que bonito. Supongo que este texto es verdad, y me encanta.
    A veces nos da vergüenza, a mi la primera, pasarlo bien. Pero creo que es una tontería. Es perder el tiempo. ¡Que razón tienes en lo que escribes!
    1saludo!

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  2. ¿Tanto se nota qué es verdad? jajaja Un poco ¿b? :)
    Todas las entradas son cosas que siento o que me han pasado, una vez incluso escribí sobre una pelea que ocurrió en el colegio.
    Un beso Blanca & felicidades!!

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