30 de marzo de 2010

Felicidad



Dejar atrás la vergüenza. Olvidar la lluvia que te empapa y los pelos alborotados. Por una tarde.Por una persona. Abrir el paraguas y pensar que tienes que cuidarlo y mantenerlo vivo a pesar del aire, porque no es tuyo, es prestado con su máximo cariño.
Olvidar el miedo, la timidez, ser valiente y llamar al timbre. Los ladridos tras la puerta y alguien abriéndola. Felicidad.

Amistad recíproca

Y aunque espere sentada, sé que tú no me fallas. Que por distintas que seamos, te quiero. Que por cada secreto hay una ilusión, un abrazo y mil emociones a flor de piel. Que por cada discusión, aunque pocas hayan sido no han bastado para no solucionarlas. Porque aunque te hayas quedado sin galletas de coco y sin mí, sé que lejos de mí estás tú acordándote de mí. Porque sé que me quieres, y que yo te quiero. Es recíproco. Lo nuestro es una gran amistad fuerte y recíproca. ¡Musa! (L)

28 de marzo de 2010

Tú, contigo

No me importa donde vayamos, mientras vengas conmigo. Qué más da si es arriba o abajo, si tú me ayudas o me socorres. Si son momentos buenos los que encontremos sé que contigo me sentiré bien; si son problemas los hallados puedo reconocer que contigo los superaré. Yo eligo la compañía, tú el camino.

27 de marzo de 2010

Aburrido y personal


La verdad, las charlas sirven para mucho. Para concienciarnos, felicitarnos o abochornarnos. Pero nadie nos ha enseñado que por mucho que intentemos controlar nuestras emociones, sólo pensamos en nuestros intereses.
Es una cuestión aburrida sobre lo que escribo, aunque también personal; y por tanto, me tengo que expresar.
Porque si tú (lector) fueses yo, si te hablan de inteligencia emocional y te ponen un ejemplo que es, si tu vienes a España(siendo de otro país) tienes dos opciones; elegir quedarte pensando en tu otro lugar, echando de menos aquellos tiempos, pensando en lo que podría haber pasado, o, intentar adaptarte al lugar, hacer amigos y disfrutar. ¿Cuál sería la mejor? La primera es inteligencia, sí, pero no emocional, en cambio, la segunda sí. Aborreces haber tenido que dejar tu hogar, pero sabes que te tienes que adaptar.
Pues bien, para explicarme y que me entiendas, yo al escuchar esa charla para aprender no pude hacer otra cosa que pensar y cambiar el ejemplo por uno de experiencia propia. En un ejemplo semejante, en el que echas de menos a alguien, tienes dos opciones; bien pensar en ella durante el resto del tiempo, llorar siempre, estar deprimida todos los momentos, o, pensar en el bien de esa persona, dejarte llevar y saber que si la casualidad quiere la volverás a ver, sino por lo menos, déjate llevar. Puedes pensar en esa persona de las dos maneras, aunque deprimiéndote o pensando por el bien de las dos. ¿Cuál resultaría más eficiente?
Desde luego, es casi el mismo ejemplo, sólo que las emociones cambian y para mí es mucho más difícil mi experiencia segunda. Y claro, cómo es natural, al ser personal mi ejemplo, puedo afirmar que no tengo inteligencia personal, porque no sé controlarlas y desde luego, he elegido mal, pero es cómo me siento yo bien. Recordando así, no teniendo eso que ahora está tan de moda, elgiéndo la primera opción, el dolor.

25 de marzo de 2010

Suerte

Cuántas veces nos hemos parado a buscar un trébol de cuatro hojas y no lo encontramos. Resulta imposible pensar que, por simples historias y leyendas de la gente, un trozo de hierba nos dé suerte. Porque la suerte en sí, no existe. La suerte, por así decirlo, somos nosotros. Nosotros somos los que nos tenemos que esforzar si queremos algo, somos los que tenemos que comprometernos; y no esperar sentado a que "la suerte" llegue.Por eso, yo, ya no busco tréboles de cuatro hojas, me conformo con los de tres. Una hoja para la felicidad, otra para la familia, la siguiente para la amistad, y la cuarta, que no está, es "la suerte", mi suerte, mi esfuerzo, soy yo la cuarta hoja.

18 de marzo de 2010

Feliz

Es esa ilusión! Me siento como una niña con su juguete nuevo, todo por la ilusión. Esa ilusión de ver tu sueño cumplido por una vez. En la que te sientes afortunada, libre y dispuesta a cruzar el mundo. Es el momento en el que todos te ven con una gran sonrisa y te preguntan, si no saben ya. Es esa ilusión de que todo el mundo te desea lo mejor, pasatelo bien me dicen y no me emociono por pura vergüenza. Puedo ser egocéntrica y alegrarme porque me dan dos besos y me desean lo mejor; pero hoy me da igual lo que piensen de mí, porque hoy yo me siento feliz. Feliz, tan feliz que hace mucho que no sentía esta fuerte emoción.

17 de marzo de 2010

Amistad

Nunca me había parado a pensar en el gran valor de la amistad. Son las acciones que hacen las que hacen que me fije en quienes son mis amigos. Porque una amistad es algo grande, valioso, para siempre. La amistad se basa en personas de la misma edad, mismos gustos, mismo cariño el uno hacia el otro. Y por lo que sabemos cuál es una verdadera amistad es por su tamaño, el del corazón, grande como un elefante. En el que hacer un favor no te cueste, lo hagas porque quieres, por su amistad. Porque a veces un te quiero te llena de alegría, dos besos te dan fuerza para afrontar un día largo, muy largo. Una amistad es la que se conserva de lágrimas, abrazos, besos, risas, personas que se quieren...