27 de noviembre de 2010

Un beso, palabras bonitas, un abrazo,
otro beso, te mira,
te sonríe, tirita de frío pero te abraza para protegerte.
Otro beso, una sonrisa.

23 de noviembre de 2010

Las personas más importantes.

Las personas más importantes son las que te hacen sonreír y llorar, porque quieras o no, con ellas te enfadas pero son las únicas que con unas palabras y un abrazo todo se soluciona. Las personas más importantes son las locas irremediables, las tontas felices, las ideales, las que puedes salir corriendo con ellas y que todos te miren sin sentirte una idiota. Las personas más importantes son las que te hacen pasar vergüenza pero que te rías de ti misma.
Las personas más importantes son las que no debes olvidar.
Chewaka, Wilfred, Yonky, Pili, Kimberly, Superene... (L)

18 de noviembre de 2010

21.Una felicidad inmensa.

Las cosas no son siempre como una quiere, no siempre se hace lo que se quiere, pero sí siempre se consigue lo que se lucha.
Carol sabía que hoy era lunes, que tenía un examen de francés y que el recreo lo cuidaban Inés y demás profesores, por lo que estaba en proceso de idear un plan para ir a hablar con ella, pero su amiga Sofía, tenía la mente hecha un laberinto con tantos sentimientos y además incapaces de resolver por su falta de eficacia y su vergüenza. Pero Carol luchaba, y no iba a impedir que nadie se interpusiera en su camino, por lo que ya los últimos minutos de descanso, subiendo las escaleras, se fijó en que su profesora iba por detrás de ella, y en un reposo, se detuvo a esperarla, y con una sonrisa comenzó la conversación, esta vez tan afable, abierta, sincera...
-Hola Inés, ¿qué tal el finde?
-Muy bien, descansando... -respondió como un acto reflejo. Ya Carol iba a desistir en esforzarse cuando Inés le dijo.- Le enseñaste muy bien al muchacho ese en la recuperación, ¿cómo se llamaba?
-Jaime, ¿ha aprobado?
-Sí- respondió Inés asintiendo con la cabeza.
-¡Qué bien! Por cierto, ¿no has traído a los niños al mercado medieval?
-Uis ¡ha sido este fin de semana! Ni me he acordado si quiera, mira que dije que les iba a traer... Bueno Carol, me quedo en este pasillo para ir abriendo las clases. Adiós.
Fue subiendo Carol las escaleras ya feliz de la vida, gritando que le esperase Sofía, cuando escucha una voz por detrás llamándola.
-Carol, fíjate, me vengo al final por aquí, se me ha adelantado Angélica.
Carol la sonrió como nunca, la más feliz de los jóvenes en ese momento, dispuesta a reconocer por una vez que Inés seguía ahí, que seguiría luchando con ella, aunque Sofía a veces la impulsaba a desistir. Tenía que seguir luchando por la sonrisa más bonita.

17 de noviembre de 2010

Incertidumbre, dudas...


Supongo que será el invierno el causante de tanta depresión y agobio en el ambiente de las personas. Tanta desesperación y desmotivación. Engaño y dudas. El frío y las lluvias que provocan un cielo gris, y por tanto, un día negro.
Puede conmigo las dudas que me matan por no saber qué hacer, puede conmigo el pensar que no hay nadie con el que contar, contar con esa persona o contarle lo que ha sucedido. No digo problemas y de ello hago un mundo, pues el mundo es más grande que todos los problemas, sino me refiero a la incertidumbre de ver tantas caras a mi alrededor y no saber escoger cual es la idónea para escuchar, no saber si una u otra, si dos o tres, si negro o blanco.
Como dijo un conocido: Las muchachas somos más complicadas, pensamos mucho más y nos preocupamos por todo.
Es cierto, sólo que a veces vemos el cielo azul, sonreímos, y vemos que no todo es tan malo, no todo es miedo y no saber, aunque sigas sin haber entendido ni descifrado tus dudas.

9 de noviembre de 2010

20. Migrañas

Volvió el instinto femenino de Carol como mucho tiempo atrás, y tampoco le falló esta vez. Carol sentía que no la vería, y así fue, solo que tardó su tiempo para averiguar el porqué. Ese lunes que faltó Inés lo notó por su ausencia en el patio y fue a ver a Angélica la que la quedó estupefacta al decirle a Carol sin preguntar que Inés no había venido, que estaría mala pero sólo eran supersticiones. Se quedó hablando con ella un rato más, que acabó en convertirse en todo el recreo, pero ella echaba de menos a su profesora y le recorría por su cabeza cómo habría sabido Angélica que le iba a preguntar sobre Inés.
No pasaron más de cuatro días hasta que regresó Inés, pero se la echó de menos, sobre todo quienes la querían. Carol recopiló la información de su ausencia gracias a Angélica que la comprendió y sorprendió en todo momento, volviéndole a responder a preguntas que Carol nunca llegó a realizar, y desde ese momento Carol supo que esa profesora tenía un don especial para conocer y sentir a las personas.
Inés volvió el jueves de esa misma semana, aunque su alumna no la vio pues no sabía que volvería tan pronto. Sin embargo, nada más enterarse al día siguiente, la buscó y le preguntó, cariñosamente y con preocupación por ella y sus migrañas, y ya de paso demostrarle que aún la cuidaría y se enteraría si la pasase algo.
-Cuidate Inés, que sino se te echa de menos.- le dijo Carol en su habitual lenguaje de utilizar una persona general cuando es sólo ella quien lo siente.
-Muchas gracias por preocuparte Carol.- le contestó con una sonrisa de las suyas.
Ese fin de semana Carol lo pasó feliz de saber que aún puede que la quisiese.

6 de noviembre de 2010

Sólo verla me hace sonreír y ser feliz.
4 letras ;)

3 de noviembre de 2010

Clara.

Clara era una chica con mucha vitalidad y mucha fuerza interior.
Una mañana salió al patio de su casa en la frontera del país, vivía ajena al mundo civilizado y era feliz con las lluvias tormentosas, los días soleados, el trinar de los pájaros y las enormes arañas que de vez en cuando sentía por las paredes de su habitación blanca.
Esa mañana soplaba un fuerte viento a momentos, que te dejaban la piel de gallina y el corazón congelado, sin embargo el sol que la alumbraba sentada ella en su silla sobre el césped le abrigaba con todo su calor. El césped era el verde de los ojos de Clara, todavía no lo había cortado su padres pues se habían marchado unos días a la ciudad, y si caminabas sobre él descalza y con pantalones cortos o vestido (arriesgándote al constipado) sentías las cosquillas que te hacía e incluso algún que otro insecto por tus piernas, a Clara esa sensación le encantaba.
Era castaña, con el pelo liso y normalmente recogido en una coleta de la que salían infinidad de mechones por lo que al final del día aparecía sin ella, le llegaba por los hombros y todas las mañanas se lo cepillaba unas diez veces, manías de ella. Tenía una faceta limpia y blanca como la nieve, sin una sola espinilla, la nariz pequeñita y unos labios carnosos. Sus ojos eran su fuerte. Verdes aceituna, pero con la luz del sol, cuando un rayo caía sobre ellos, se volvían verde clarito, preciosos, con algún rayo en los ojos que se quedaba encerrado.
Era una pena que Clara no pudiese ver, se perdía su belleza y la de su entorno. Pero ella sentía que todo aquello era precioso.

1 de noviembre de 2010

Bienvenida bloggera.


Hoy quiero dar la bienvenida a una amiga a estos mundos bloggeros.
Es excelente, maravillosa al igual que sus textos que es lo que vosotros valoráis. Es nueva en blogger, pero ya una experta en el arte de las letras. Las compagina de tal manera que no te das cuenta de lo mucho que leer, es fluido e interesante, amor, odio y cualquier tema de interés. Os invito a que la leáis, os guste y la sigáis, seguro que ella también os lo agradecera.
http://eneidamartin.blogspot.com/ (Instantes) Como el instante en el que la conocí.
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Lucha contra la corriente como el salmón, hacia arriba cueste lo que cueste, así demostrarás lo diferente que eres de los demás, lo importante y vital que eres para los demás.