1 de agosto de 2010

6. Un día 6.

Me parece que ocurrió un jueves, un día 6, tampoco me acuerdo si fue abril o mayo, pero Carol estaba derrotada, y su humor por los suelos.
La clase fue pesimista y aburrida, inclusive para mí. Una vez en que yo necesitaba una razón de los hechos, le pregunté a Carol que si le pasaba algo. Por culpa de la pregunta, provoqué la mirada de todos sus compañeros hacia ella, pero Carol dejó sus intereses dentro de si, y contestó que no pasaba nada, que estaba bien, aunque se notaba a kilómetros que no era cierto. Aún así vino a verme al final de la hora, sin ánimos, sin textos, sin nada que decir, llegó allí con un hola distraído.
-¿Qué te pasa Carol, algún problema?-insistí preguntando.
-Pues la verdad, es que... hoy no es de mis mejores días, estoy triste, sin ganas...
-Sabes que si te puedo ayudar, haré lo que esté en mis manos, puedes contarme lo que quieras.
Me miró preguntándose si debería contármelo o no, y se decidió por responderme agachando la cabeza y negando arrepentida. Luego, se fue sola bajando hacia el patio.
Carol se sentó en el suelo, en la esquina de la puerta de la entrada, al principio intentó tragarse las amargas lágrimas, pero luego salieron disparadas y no pudo más. Lo único que consiguió fue pedir la ayuda de Teresa, una de sus mejores amigas, que cuando llegó no pudo más que encogérsele en corazón, y abrazar a Carol tan fuerte como era capaz. Estuvieron de pie abrazadas, Carol llorando y Teresa recogiendo las lágrimas durante un espacio de 10 minutos, y a mí me derrotaba pensar que yo no había podido hacer nada por Carol, mientras que otras personas con un abrazo lo decían todo. Luego, Teresa cogió a Carol de la mano y se la llevó a donde ella estaba, se sentaron y junto con Clara y otras amigas empezaron a ir cambiando de tema, hasta que Clara tomó las riendas y le preguntó:
- Es por Inma, ¿verdad Carol?
Por primera vez en la conversación Carol levantó la cabeza y asintió.
- Hace hoy medio año que se ha ido, y yo la sigo echando de menos. Y lo que más me duele es que le tengo el mismo cariño a Inés que a Inma, y pensar que al querer así lo único que hago es sacar a Inma de mi corazón y sustituirla por Inés, pero eso no es así, pero ya tampoco podría olvidarme y despedirme de Inés. El cariño que le tengo a las dos es insoportable,pero acogedor a la vez.
Sonó la campana, Teresa acompañó a Carol a su clase haciéndole prometer que no derramaría más lágrimas, y lo hizo pero el corazón seguía doliendo,aunque esa duda que tenía jamás me la confesaría.
Inma fue mi sustituta durante mi baja, no llegué a conocerla en profundidad, pero me dijeron que todos sus alumnos la querían mucho.

3 comentarios:

  1. Qué tristesson los días tristes! Espero que pronto lleguen sonrisas:)

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  2. Qué triste. Pero bueno,luego, después de la tormenta siempre llega la calma ^^
    unbeso clau:D

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  3. Que triste, parecía que sentía el dolor de ella.
    Muy buena descripción:)

    Un beso!

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