9 de agosto de 2010

10.Atisbo de esperanza e ilusión

Esa mañana, a pesar de que fuese más corta con menos horas, se hizo muy muy larga y aburrida. Además pocos eran los que estaban alegres, ni siquiera sonrientes. El final del curso significaba despedidas, y puede que a muchos de tus amigos no los volvieses a ver, el verano eran tres meses de los que muchas amistades pendían de un solo hilo. A muchos alumnos vi llorar, otros los consolaban y se tragaban ellos sus lágrimas. Pero este día a su vez, hacía que los adolescentes saliesen a disfrutar de su primer día de libertad, dormían o corrían, salían de fiesta, a comer a celebrar...
Solamente había visto a Carol de refilón esta mañana, unas pocas palabras, pero la sonrisa cotidiana. Se les dijo a los alumnos que tal día deberían venir a por las notas aunque muchos de ellos ya las sabían. Yo llegué al colegio más tarde de lo previsto a recoger mis cosas, y justo en la puerta vi a Carol con dos de sus amigos esperando sentados en el porche. Noté que sus amigos hablaban entre sí, mientras Carol daba vueltas esperando, esperándome, pero tuvo que esperar un rato mientras yo hablaba con una compañera.
Cuando terminé, me acerqué a ella y le dije:
Carol! ¿Qué haces todavía aquí? ¿No te quieres ir?- pregunté en broma.
-Sí Inés, es que estamos esperando a unos amigos que nos vamos a ir a comer fuera, a pasar el día y bueno, yo he ido a ver a Diego, pero estaba con los amigos y no me ha hecho caso, y ahora te estaba esperando, me tenía que despedir de ti. Nos queda un buen verano por delante.
-Venga no seas así, que yo aún estoy aquí todo junio, además que cuando vengas a por las notas nos veremos, yo aquí voy a estar. Incluso si algún día te aburres mucho, o tienes algo que decirme, puedes venir a verme y hablamos un rato.
-¿En serio?-Carol recibió en ese momento un atisbo de esperanza e ilusión, se le hacía demasiado duro separarse de repente de quien había sido su bastón durante más de seis meses, sobre todo por lo mucho que me quería, aunque nunca me lo ha demostrado.- Algún día te vendré a ver, te haré compañía, te daré textos para entretenerte, y cuando venga a recoger a mi hermano, tú irás a por Diego así que nos veremos,¿verdad?- dijo más que sonriente.-Y cuando recoja las notas, si no te encuentro, te buscaré.
-Por supuesto, estaré encantada, y pásatelo bien este día, nada de deprimimientos.
Conocía lo suficiente a Carol para saber sobre sus sentimientos.

4 comentarios:

  1. La ilusión es lo último que se pierde...
    Muy chulo este capítulo. :D
    Sigue con la historia, está interesante.
    Un beso.

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  2. Cada vez más interesante, ¡me encanta! Saludos ;)

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  3. Son esos momentos los decisivos en el transcurso de una amistad...
    Pero como dice Vlanca, la esperanza es lo último que se pierde.

    Me encanta tu blog!!! Recuerdo que te lo dije en una ocasión, pero te lo repito.

    Un gusto leerte
    Un abrazo!!!

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  4. Carol es de fácil querer y difícil olvidar. Me gusta como te esta quedando =D
    Un besazo!

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