9 de julio de 2010
Patos de goma.
Alguna vez sí que nos hemos sentido solos. Flotando a la deriva dejando que la fuerza del mar nos guiase a su son. Cómo un pato de goma amarillo en una bañera, sorteando la espuma y la mano de un niño que lo quiere ahogar. Pero en fin, en soledad.
Y ves a los demás patos que tienen la suerte de que su amo no les ahogue, sino que les cojan y le ofrezcan suaves caricias, mientras que tú tienes que luchar por mantenerte en la superficie.
Es duro, pero la goma siempre flota.
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Me siento como un pato de goma :____)
ResponderEliminarEse pato de goma tiene mi nombre y mis apellidos...
ResponderEliminarExcelente entrada!
Todos nos hemos sentido así alguna que otra vez y a veces es duradero porque el pato de goma no encuentra un compañero. Un saludo
ResponderEliminarEs difícil lograr flotar en condiciones, pero se puede conseguir con amigas que te apoyen. Aunque claro, para eso hay que saber cuidarlas, comprenderlas...
ResponderEliminarTodos nos hemos sentido alguna vez como patitos de goma, creo yo, pero solo unos pocos son los que ahora, cuando alguien les pide ayuda porque están pasando un momento igual, saben tender una mano.
Me gusta esta entrada. Un beso.
Todos tenemos dentro un patito de goma, dispuesto a intentar flotar siempre que nos sintamos solos. :)
ResponderEliminar¡Me gusta tu blog!
¡Besos!
Es curioso tu texto ;)
ResponderEliminarHe estado mirando las demas entradas de tu blog y me encantan
sabes k? Me quedo! Te voy a seguir!
:)
Me gustaría que tu tambien te pasaras por mi blog...
ASi que te espero por mi rinconcillo.
Da la casualidad que siempre son esos patitos que flotan libremente en el agua los que más alejados están de nosotros, viendo siempre a tu alrededor la tempestad amenazando tu estabilidad y haciéndote ahogar
ResponderEliminarDios, me hiciste sentir un pato de goma o.O
ResponderEliminarMe encanto! Besitos!