Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando... cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo. Y querrías liberarte como sea, de cualquier forma. Sí, ese día hubieras querido encontrar a uno de esos magos, colocar un pañuelo sobre una paloma recién aparecida y paf, de repente ya no está. Ya no está y basta.
Te gusta que te digan palabras bonitas, que te toquen y te transmitan calor, sentir una persona amiga al lado, el cariño que sientes que sea correspondido. Te gusta que te abracen, que te comprendan, que te feliciten, que te animen, que te quieran...
A veces te sientes más cómodo con una persona que no conoces, hablas de ti con mayor libertad. Te sinceras. Quizá porque no te interesa su opinión. Quizá porque sabes que no la vas a volver a ver, se olvidará de ti en el segundo en que la pierdas de vista. Le cuentas, te explicas, sin remordimientos. Pero a veces se está mejor con los amigos, las personas especiales, con los que desahogas, con los que explotas, con los que puede incluso no necesitar palabras, sino solamente una mirada y unos pocos gestos. Una mirada con la que comunicas que estás llena de felicidad, o que un poco más y te desplomas de la tristeza. Unos gestos con los que demostrar cuanto quieres a esa persona. La quieres tanto que es absurdo, que echas de menos, que es bonito aunque esté desafinado, que es una locura...
Demostrar lo que sientes. ¿Cómo lo demuestras? ¿Cómo demuestras que no hay vida en otros planetas? Es igualmente de complicado, o más, pero lo intentas, empiezas con unas ganas que te comes el mundo, pero luego, pum, caes del paracaídas y el mundo te come a ti. Mucha gente te lo dice, no merece la pena, va a acabar contigo tanto esfuerzo sin compensación, pero tú sigues, continúas, esperando que el resultado no sea tan injusto como es la vida, aunque no esperas mucho más de lo que te ha demostrado.
Has tenido un año, lo has aprovechado como has podido, ahora empieza otro nuevo, diferente, distinto. 2011. Nuevos deseos, nuevas aficiones, pero las personas más importantes siguen ahí. Empieza otro año para demostrar lo que sientes, busca una nueva forma.... Y paf, vuelve a subir de ánimos para comerte el mundo, hasta que te demuestre lo contrario, nada es imposible, hay tiempo, y cariño...
Es genial ....:)
ResponderEliminarcomo tú
Tienes que escribir más sobre Carol, ¡me encanta la historia!
ResponderEliminarToda una aventura, un nuevo mundo que descubrir. Adáptate a los temporales, y disfruta de las cosas amargas; también son ambiguamente placenteras.
ResponderEliminarSaludos.
Mee encantaaa staa istoriaaa!!
ResponderEliminarstaa mui bieeen...pasatee x mi blog cuando pueds!!
un besazo!
Ideal :)
ResponderEliminarY ahora año nueva, vida nueva.. pero con esas personitas de siempre como tú bien has dicho, que siempre están ahí!
Me encanta tu log (: te sigo! pasate por el mio. Besitooos !
ResponderEliminarSon genialisimas :)
ResponderEliminar(te dejo terrones de azúcar
para que tengas dulces sueños)